22 noviembre 2009

INVITACION INSTALACION GRIN2009 BUCARAMANGA

LOS RECUBRIMIENTOS COMESTIBLES, SE CONVERTIRÁN EN LOS ENVASES DEL FUTURO?

La creciente demanda por parte de los consumidores de alimentos más sanos y ecológicos ha llevado a los investigadores a desarrollar nuevos sistemas de envasado que prolonguen la vida útil de los productos y que, al mismo tiempo, sean reciclables.
En la actualidad, los tres sistemas de conservación más utilizados por la industria alimenticia son el envasado al vacío, los barridos de nitrógeno y las películas de aluminio. En estos sistemas tradicionales, la protección se realiza con una mezcla de compuestos químicos sintéticos que no son totalmente biodegradables. Una de las alternativas que más fuerza está cobrando en los últimos años es el recubrimiento comestible. Se trata de una película transparente que envuelve al alimento y que actúa de barrera frente a la humedad y al oxígeno. Además, estos films pueden ser utilizados como soporte de aditivos para conservar las propiedades del producto o simplemente para mejorar su apariencia.
Este es un sistema de envasado especialmente eficaz para conservar alimentos ricos en ácidos grasos polisaturados, susceptibles de sufrir una oxidación, como es el caso de los frutos secos, las carnes o algunos pescados como el salmón.
Este es el tema de la tesis Doctoral presentada en la Universidad Pública de Navarra (España) por el químico Javier Osés en donde se han analizado diferentes recubrimientos comestibles basados en proteína aislada de suero lácteo (WPI), goma de mezquite y almidón, con el objetivo de evaluar sus posibles aplicaciones alimentarias.
El autor sostiene que las películas comestibles serán los envases del futuro. "Aunque la explotación comercial de este método está todavía por llegar, se trata de un campo con grandes posibilidades. Por un lado, van a prolongar la vida útil de los alimentos de forma saludable, y por otro, serán muy beneficiosos para el medio ambiente, ya que reducirán el uso de plásticos", asegura.
A pesar de las ventajas presentadas por los expertos, existen varias barreras que impiden el desarrollo total de este sistema alternativo. "El principal problema de los recubrimientos comestibles es su elevado coste. Como todavía están en fase de investigación, las empresas no cuentan con la tecnología necesaria para aplicar este sistema", apunta el autor. De momento, su uso actual se limita a productos de alto valor añadido.
Fuente: solociencia.com

20 noviembre 2009

CONTAMINACION CRUZADA

Contaminación cruzada es la transmisión de microorganismos de un alimento a otro mediante los manipuladores o las superficies. Es especialmente peligrosa cuando se produce desde alimentos crudos a alimentos ya elaborados. En este caso, los posibles patógenos se encuentran con muy pocas barreras y pueden multiplicarse si se dan las condiciones adecuadas (sobre todo, al producirse la rotura de la cadena de frío).
Por estos motivos, todas las superficies que pueden entrar en contacto con los alimentos crudos, tanto si es carne como pescado, verduras o frutas, deberán estar limpias y desinfectadas de forma eficiente. El manipulador de alimentos es el principal reservorio de microorganismos que por contaminación cruzada pueden llegar a los alimentos.
La higiene de los alimentos es un término que se asocia con la limpieza personal especialmente con el cuidado de las manos. Las manos raras veces aparecen libres de bacterias los cuales pueden ser transitorias o semi-permanentes en o sobre la piel. La flora bacteriana que permanece en la piel del manipulador es generalmente del genero estafilococos los cuales se fijan a la superficie de la piel y persiste en los folículos pilosos, poros, grietas y lesiones causadas por roturas de la piel, zonas en las que su eliminación resulta difícil.
Las manos de los manipuladores pueden ser responsables de la transferencia de patógenos, pero no solo por las manos o piel se pueden transferir microorganismos al alimento, también la nariz y garganta son zonas ideales y usuales para albergar microorganismos, los hábitos de hurgarse la nariz y tocarse la boca con los dedos aumentan el riesgo de transmitir estafilococos de las manos a los alimentos. La ropa y las joyas pueden llegar a albergar millones de microorganismos que pueden pasar fácilmente a los alimentos cuando estos son manipulados.